jueves, 25 de noviembre de 2010

LUDOTECA DE NADAL


ELS DIES 28 I 29 DE DESEMBRE


DE 10'30 A 13'30 A LA BIBLIOTECA.


Si tens entre 4 i 14 anys:


Vine... i gaudix de contacontes, tallers, manualitats i moltes coses més.

PRÒXIM CONTACONTES


EL PROPER DIVENDRES 17 DE DESEMBRE A LES 18 HS.

A càrrec de Dolors Todolí.

viernes, 12 de noviembre de 2010

NOVES NOVEL·LES A LA BIBLIOTECA


Nueva York
Edward Rutherfurd:
“Los 400 años de Historia de la ciudad de Nueva York se conforma de miles de historias, escenarios y personajes extraordinarios. Partiendo de la vida de los indios que habitaban sus tierras vírgenes y los primeros colonos holandeses hasta llegar a la dramática construcción del Empire State Building o la creación del edificio Dakota en el que vivía John Lennon. Durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, Nueva York fue territorio británico; tiempo más tarde, los neoyorquinos crearon canales y vías ferroviarias que abrieron las puertas a la America del Oeste. La ciudad ha estado en el centro del huracán en buenos y malos momentos, como lo fueron el crash del 29 o el ataque del 11 de septiembre. Grandes personajes han poblado su historia: Stuyvesant, el holandés que defendió Nuevo Ámsterdam; Washington, cuya presidencia arrancó en Nueva York; Ben Franklin, que abogó por la América británica; Lincoln, que dio uno de sus mejores discursos en la ciudad...Pero, ante todo, para mí, se trata de la historia de gente ordinaria: indios locales, pobladores holandeses, comerciantes ingleses, esclavos africanos, tenderos alemanes, trabajadores irlandeses, judíos e italianos llegados vía Ellis Island, puertorriqueños, guatemaltecos y chinos, gente de bien y gángsters, mujeres de la calle y damas de alta alcurnia. A estos personajes, la mayoría de ellos anónimos, los descubrí cuando me documentaba para el libro. Eran una milésima parte de todos aquellos que llegaron a Nueva York, a América, en busca de la libertad algo que, la mayoría acabó encontrando.”

La tierra dorada
Barbara Wood
Hannah Conroy quiere ser doctora, pero una mujer tiene todas las puertas cerradas para ejercer esta profesión. Tras la muerte de su padre, Hannah se embarca hacia Australia, donde espera tener más oportunidades de conseguir su sueño. Durante la larga travesía se enamora de Neal Scott, un científico americano también ilusionado con el trabajo de investigación que podrá realizar en este nuevo país emergente. Ambos están seguros de su amor, pero, al mismo tiempo, dedicados a su profesión; por eso, aceptan que pasará tiempo antes de poder estar juntos. Una gran historia de amor en la tierra de las oportunidades: la Australia de mediados del siglo XIX.

Criadas y señoras
Kathryn Stockett
Skeeter, de veintidós años, ha regresado a su casa en Jackson, en el sur de Estados Unidos, tras terminar sus estudios en la Universidad de Misisipi. Pero como estamos en 1962, su madre no descansará hasta que no vea a su hija con una alianza en la mano. Aibileen es una criada negra. Una mujer sabia e imponente que ha criado a diecisiete niños blancos. Tras perder a su propio hijo, que murió mientras sus capataces blancos miraban hacia otro lado, siente que algo ha cambiado en su interior. Se vuelca en la educación de la pequeña niña que tiene a su cargo, aunque es consciente de que terminarán separándose con el tiempo. Minny, la mejor amiga de Aibileen, es bajita, gordita y probablemente la mujer con la lengua más larga de todo Misisipi. Cocina como nadie, pero no puede controlar sus palabras, así que pierde otro empleo. Por fin parece encontrar su sitio trabajando para una recién llegada a la ciudad que todavía no conoce su fama. A pesar de lo distintas que son entre sí, estas tres mujeres acabarán juntándose para llevar a cabo un proyecto clandestino que supondrá un riesgo para todas. ¿Y por qué? Porque se ahogan dentro de los límites que les impone su ciudad y su tiempo. Y, a veces, las barreras están para saltárselas.

martes, 2 de noviembre de 2010

PRÒXIM CONTACONTES






Pròxim contacontes

Divendres 12 de novembre a les 18:00h

Amb Dolors Todolí